Tras el Programa de Gestión de Inocuidad Alimentaria (GIA) desarrollado por la la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú) y el proyecto Perubiodiverso, media docena de empresas de biocomercio recibieron la certificación HACCP (Análisis de peligros y de puntos críticos de control) en Lima y San Martín.

Esta certificación demuestra la intención de tomar las medidas adecuadas y declarar que se elaboran productos seguros e higiénicos, teniendo como principales beneficios la confianza de obtener productos con un alto nivel de calidad, permitiendo además reducir coste y tiempo de gestión.

Este tipo de normas son necesarias para varios productos peruanos, tales como el sacha inchi para demostrar su inocuidad ante las autoridades europeas con el objetivo de que autoricen su libre comercialización por Europa. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, siendo obligatorio la certificación de un sistema HACCP tras la creación de su nueva Ley de Modernización de Inocuidad de los Alimentos.